Se originó por mutación espontánea de clementina Oroval detectada en 1970 en Bechí (Castellón de la Plana).
El árbol es vigoroso, tiene buen desarrollo y presenta cierta espinosidad que desaparece con el tiempo.
El fruto es de buen tamaño y la pulpa tierna y fundente, con elevado contenido en zumo ligeramente acídulo. Sin semillas.
Las características de esta variedad son semejantes a las de la clementina Oroval de la que fundamentalmente se diferencia en que la madurez del fruto tiene lugar unas dos semanas antes. Debe cultivarse en zonas precoces y que estimulen la acumulación de azúcares en el fruto.