Procede de una mutación espontánea en un árbol de clementina Fina detectada en 1970 en Nules (Castellón).
El árbol tiene buen vigor y tamaño medio, y por ahora presenta problemas de producción que deben tenerse presentes a la hora de plantar esta variedad.
El fruto es pequeño, similar al de clementina Fina, de color naranja rojizo intenso muy atractivo; la pulpa es tierna, con buen contenido en zumo de agradable sabor.
Es muy precoz, pudiendo recolectarse a partir de finales de septiembre, al mismo tiempo que la Marisol y Arrufatina.
Su cultivo está indicado en zonas de mucha precocidad, en parcelas cuyas características de suelo y clima favorezcan el aumento del tamaño del fruto.